EL ESTADO Y PROFESORES. Debemos reconocer a la Educación como fundamental para el crecimiento y desarrollo del País y el bienestar de su población. Pero esta educación no sólo debe ser la formal y convencional, enciclopédica y técnica sino también y principalmente humanizadora, reconociendo una espiritualidad inherente en todo ser humano. Esta educación debe contribuir significativamente a acelerar el natural proceso de humanización propio de todo ser humano y asì avanzar en la necesaria y urgente humanización de nuestra sociedad. El estado puede y debe utilizar toda la información y todos los medios, recursos, técnicas y estímulos disponibles actualmente, para cumplir pronta y con excelencia con esta importantísima e impostergable tarea nacional. Además, debe reconocer que los profesores son actores claves para la calidad educacional, con una autentica vocación docente y tener una especial y moderna capacitación y formación, esencialmente humanizadora, a lo largo de toda su vida profesional. El estado debe incentivar y estimular a los profesores, con muy buenos sueldos y beneficios, en función de logros educacionales concretos y evaluables permanentemente. Esta fórmula no sólo favorece la mayor y mejor entrega del docente a su importante tarea, sino también permite estimularlos a ser los mejores profesionales del país para el área educacional.
julio zambrano recabarren