domingo, 23 de agosto de 2009

EL ESTADO Y PROFESORES


EL ESTADO Y PROFESORES. Debemos reconocer a la Educación como fundamental para el crecimiento y desarrollo del País y el bienestar de su población. Pero esta educación no sólo debe ser la formal y convencional, enciclopédica y técnica sino también y principalmente humanizadora, reconociendo una espiritualidad inherente en todo ser humano. Esta educación debe contribuir significativamente a acelerar el natural proceso de humanización propio de todo ser humano y asì avanzar en la necesaria y urgente humanización de nuestra sociedad. El estado puede y debe utilizar toda la información y todos los medios, recursos, técnicas y estímulos disponibles actualmente, para cumplir pronta y con excelencia con esta importantísima e impostergable tarea nacional. Además, debe reconocer que los profesores son actores claves para la calidad educacional, con una autentica vocación docente y tener una especial y moderna capacitación y formación, esencialmente humanizadora, a lo largo de toda su vida profesional. El estado debe incentivar y estimular a los profesores, con muy buenos sueldos y beneficios, en función de logros educacionales concretos y evaluables permanentemente. Esta fórmula no sólo favorece la mayor y mejor entrega del docente a su importante tarea, sino también permite estimularlos a ser los mejores profesionales del país para el área educacional.
julio zambrano recabarren

ELOGIO A LA LOCURA...



DEMMENTES
Año 1 de la locura / episodio 1


EDITORIAL
ELOGIO A LA LOCURA,
Erasmo de Rotterdam, conocido como Desiderius Erasmus Rotterdamus nació en Geert Geertsen, Humanista, filósofo y teólogo neerlandes se presento en sociedad muy tempranamente trayendo entre sus pertenencias una serie de apuntes sobre sus reflexiones sobre lo que observaba, una lucidez que para la época nutría a la intelectualidad con un germen crítico y principalmente opositor a la doctrina imperante, el oscurantismo en manos de la más corrupta y enfermiza estructura gobernante, la Iglesia católica de la época.
Hoy tomamos su legado para comprender algo de nuestra loca realidad, quien más o quien menos un loco al fin.