sábado, 8 de enero de 2011

EDUCACIÓN PÚBLICA; UN PROYECTO QUE SE TIENE QUE REVIVIR



“ESCUELAS DE POBRES”




AUTORES:
• Alex Giovanni Díaz Villouta
• Carlos Alberto Marchant Parra

CORREO ELECTRÓNICO:
• agdiazv@yahoo.es

PAÍS:
• COMUNIDAD EDUCATIVA LICEO RÍOS DE CHILE DE LIRQUÉN
• COMUNA DE PENCO
• REGIÓN DEL BIO-BIO
• CHILE
• WWW.LICEORIOSDECHILE.CL






I. MIRADA HISTÓRICA: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EDUCACIÓN DEL DISCIPLINAMIENTO .

El inicio de la educación convencional en Chile bajo los cánones culturales occidentales se remonta a mediados del siglo XVI con la llegada de los españoles que en su gran mayoría no sabían leer ni escribir.
Durante el resto del siglo XIV el ámbito educativo no está incorporado en las prioridades de los conquistadores y sólo existieron algunas iniciativas anecdóticas de aperturas de centros educacionales pero sin mucho éxito y proyección en el tiempo.
A principios del siglo XVII, la acción eclesiástica fue determinante en dar cabida a la actividad de la enseñanza, siendo los Dominicos y posteriormente los Jesuitas en levantar escuelas de primeras letras, instituciones destinadas a prestar este tipo de servicios exclusivamente a los descendientes de los conquistadores. La monarquía española consideraba que la educación era una misión de caridad asumida preferentemente por órdenes religiosas.
En la incipiente sociedad colonial chilena, una joven aristocracia terrateniente se había incorporado al sistema colonial con condiciones sociales y económicas privilegiadas y desde ahí enarboló las banderas de la cultura y la educación como parte de su proyecto político de dominación, y por otro lado los españoles pobres , indígenas y mestizos con muy precarias condiciones sociales, económicas y jurídicas, constituían los grupos mayoritarios que conformaron el pueblo excluido o marginado producto de la reestructuración estamental de la sociedad .
A partir del siglo XVIII, en el plano de la institucionalidad colonial son promovidas algunas disposiciones con el fin de estimular la educación dentro del reino de Chile, de aquí desprendemos tres grandes hitos en relación al desarrollo de la enseñanza durante este siglo: en primer lugar la creación de la Universidad de San Felipe que de una u otra manera cobijo a personajes importantes dentro del futuro proceso de emancipación del territorio chileno, en segundo lugar la expulsión de los Jesuitas que fue un significativo revés en los avances de la difusión de la enseñanza, y en tercer lugar la fundación de la academia de San Luís , influenciada directamente por las ideas de la ilustración, disputando la formación intelectual dominada por la óptica religiosa.
Pese a la promoción de la educación desde la institucionalidad no existió una correlación directa con el pueblo chileno propiamente tal, es decir, todos los grupos que tienen un denominador en común, la marginalidad. Esta nula relación se explica porque “…cuando hablamos de "pueblo", tenemos que pensar siempre que éste tiene demandas históricas larguísimas, de liberación, de desarrollo, de proyección de su identidad” , por ello que ni siquiera la promoción de la instrucción primaria y secundaria de carácter pública tuvo el alcance teórico que debía tener, teniendo como complemento que para la Corona española las necesidades educacionales fueron de poco interés, tal como fue en el reino de Chile.
En una sociedad eminentemente agraria en donde vivía principalmente la clase popular chilena la promoción de la enseñanza institucional tuvo un nulo eco, ya que no reconocía y consideraba esta realidad y viceversa, es decir, no reconocida y considerada.
En los 10 primeros años del siglo XIX, el desarrollo educacional continúo su misma dinámica de los siglos anteriores. La organización económica del reino de Chile era muy precaria, siendo ya consabida agricultura y la creciente actividad minera fuentes productivas. La mano de obra conformada, en su mayoría por mestizos , continuaban en la práctica en un régimen laborar de verdadera esclavitud, por lo tanto, su accesibilidad a la instrucción era totalmente imposible, pese a que un sector importante de la intelectualidad chilena comenzaba a nutrirse de nuevas ideas .
En agosto 1810 el intelectual Juan Egaña presentó un plan denominado “para la difusión y adelantamiento de los conocimientos útiles”, considerado una especie de principios de los hechos desplegados con posterioridad. En Septiembre del mismo año, Chile comienza su emancipación. Dentro de este proceso juega un rol clave el sacerdote Camilo Henríquez, quien a través de sus publicaciones difunde columnas de opinión de variados temas entre los cuales destacan sus ideas sobre educación, de ellas sobresalen: la gratuidad del servicio educacional, establecer en toda ciudad o pueblo un establecimiento educacional, la autorización para el ingreso de niños indígenas a clases y la reivindicación de la histórica incorporación de la mujer al sistema educacional .
Si bien es cierto dentro del proceso de emancipación de Chile se reconocen avances transcendentales en la reflexión y teorización sobre educación y la creación de importantes instituciones, sin embargo, en lo concreto de esta realidad nos encontramos a los sectores populares sin acceso y participación, tal cual su condición social y cultural que mantenían durante la colonia. Pese a la concepción verticalista de la Ilustración dimensionó la construcción del poder y una de ellas fue la educación como parte de la lógica dominante, sin embargo, el desarrollo de la práctica permanente e inconsciente de la población excluida, en su cotidianidad y realidad (sectores populares) no fue participe ni por voluntad ni por omisión.
Posteriormente se vino un proceso de transición en pos de la organización republicana, por ende existieron instancias mínimas y/o escasas inquietudes por el tema de la educación institucionalizada.
Hacia 1830 con la llegada de los sectores conservadores al poder después de la guerra civil de 1829, es organizado políticamente el estado chileno bajo una republica autoritaria y cimentada en el llamado régimen portaliano. Para su consolidación institucional se promulgó la constitución de 1833, en donde proclama explícitamente que la educación pública es una atención preferente del estado .
Este principio, en apariencia, no fue bien recibido por los sectores elitistas ya que consideraban como aberrante la llamada “elevación de las masas” , pero en el fondo encubrían otras preocupaciones mayores, entre las cuales estaba el fenómeno del bandidaje en las zonas rurales y falta de disciplinamiento de los peones que colocaba en jaque al sistema productivo, por ello que la discusión de una estrategia de desarrollo educacional tiene un sentido más amplio en lo que aparentemente tenia para la República recién en formación.
En lo medular, la discusión de la elite política e intelectual se basó en los métodos de enseñanzas y objetivos, la gran diferencia giraban en torno a dos concepciones: el estado docente promotora de los postulados políticos, sociales y culturales de la institucionalidad y la postura conservadora, defensora de la educación como modelo de resguardo antes las ideas liberales, pero también cabe reconocer que el mundo político conservador detrás de esta discusión también plantea ideas con insospechadas proyecciones .
A partir de la década del 40 con la fundación de la escuela normal de perceptores (1841) y la creación de la Universidad de Chile (1842) que ejercerá la superintendencia de la Educación pública en todos sus grados .
En este contexto emerge desde un sector de la elite aristocrática, grupos que visualizan que la educación es esencial dentro un esquema de orden y control social (más que la mera represión pura y casta), tal fue el caso de la conocida sociedad de instrucción primaria (con fuerte presencia conservadora) que desde una visión unilateral y vertical se proponía “desasnar al pueblo” y, por el otro lado la sociedad de la igualdad que apuntaba establecer alianzas con sectores populares .
Los escasos avances en materia educacional eran incomprendidos y combatidos. Para un sector de la clase dirigente, por ejemplo, la ampliación de la instrucción primaria no era bien vista , pero con el transitar del tiempo son incentivadas numerosas iniciativas de sectores (liberales) de la elite dirigidas al mundo popular, estaban orientadas a satisfacer una cierta demanda social en el plano de la oferta de educación. Esta demanda se había expresado a lo largo del período republicano de modo soterrado. (…).Durante los gobiernos decenales de Bulnes y Montt, período agitado en lo que respecta a iniciativas relacionadas con el fomento de la instrucción primaria, se había hecho peculiarmente visible esta demanda social por educación en cartas dirigidas al Gobierno .
En este contexto en forma paralela se va gestando la aparición del mutualismo, como una respuesta popular alternativa al estado que no transportaba propuestas ni menos soluciones al incipiente descontento de los sectores populares. El mutualismo o socorro mutuo se ha definido como “un sistema de organización y vinculación societaria autónoma de la clase artesana y obrera en función de la subsistencia material de sus miembros entre sí” . Y evidentemente en el desarrollo de la educación es la “alternativa” frente al “estado docente ausente”.
Con el correr del siglo, mientras la gran disputa política de la elite dirigente, entre los grupos conservadores y liberales fue la influencia de la Iglesia Católica en la sociedad, fue así que el con el advenimiento de los liberales al gobierno comenzó a gestarse un movimiento laicizador basado en la apreciación que sostiene que la ignorancia favorece al despotismo y que sólo los pueblos instruidos logran desarrollo material y espiritual. En el plano educacional el debate estuvo centrado en la disyuntiva entre el estado docente y la libertad de enseñanza. El curso de los hechos estuvo mayormente cargado hacia la relación estado y educación, aun cuando las reformas y modernizaciones de la enseñanza siempre tuvieron una proyección bastante limitada hacia el mundo popular.
Las sociedades mutuales, al poco andar, también levantan la bandera de la autogestión educativa, al visualizar que las reformas constitucionales a los programas y las leyes de enseñanza de los gobiernos de turno no tienen el impacto práctico con los que teóricamente son promulgados. Por ello se abordó como una necesidad, propia de la naturaleza de este tipo de asociaciones, en asumir como parte de los objetivos la promoción de la educación entre pares.
Cabe mencionar que el mutualismo corresponde a una realidad netamente urbana, siendo principalmente seno del obrero artesanal, por ello las necesidades educativas responden a objetivos bien definidos .
Al finalizar el siglo XIX, ya existía un desarrollo notable de procesos de instrucción primaria y la incorporación de escuelas nocturnas de adultos , al margen del sistema institucional educación al estatal chileno. Estos espacios de sociabilidad cubrían la demanda de educación, pero en los registros oficiales no se explicita el aporte que estas realizan, por ello que en las estadísticas aparecen aumentos en la cobertura, sobretodo en la educación primaria.
“En ese contexto se produce este fenómeno de auto-Educación Popular, que marcó profundamente las actividades del movimiento popular chileno del siglo pasado (siglo XIX) y que se pierde a comienzos de este siglo (siglo XX), (…) un "rol histórico" que es distinto; que tiende a crear y desarrollar su propio proceso de liberación. Así, hay una diferencia fundamental entre lo que es la Educación Popular, entregada normalmente por el sistema y la auto-educación popular, que ha sido siempre un intento desde la base, por mantener su identidad y por luchar por su propio proyecto de liberación” .
El tránsito hacia el siglo XX, puso a Chile en un escenario expectante. Tras la guerra con Perú y Bolivia que trajo una enorme cantidad de ingresos producto de la riqueza salitrera, atrayendo inversiones extranjeras y potenciando la economía mono exportadora que contaba con el beneplácito de la elite dirigente parlamentarista que tras la cruenta guerra civil de 1891 hacía sintonía con los postulados imperantes del pensamiento liberal tan en boga en la época, y evidentemente con un clara repercusión en el Chile del siglo XXI.
Con el alzamiento de distintos actores sociales en la llamada Cuestión Social demostró que las experiencias de auto educación popular reivindicaban el carácter liberador al transformar a las clases marginadas por el sistema político en sujetos sociales consientes y con la capacidad de cuestionar y actuar sobre su realidad.
Continuando este tránsito por fuera de la institucionalidad la emergente incorporación de sectores sociales que no eran parte del sistema político, la llamada Clase Media y los sectores obreros organizados, no era sino la influencia y el logro de los procesos de enseñanza promovidos desde la no institucionalidad que figuraron como parte de un eslabón central en el proceso, por ejemplo, la ley de instrucción primaria obligatoria (1921) y el rol explícito que cumple el estado en materia de educación, en la Constitución de 1925 .
De la emergente incorporación al protagonismo político y social de los sectores populares durante el siglo XX chileno esta posibilitado por los procesos de autoeducación popular y por la tradición de la autogestión de las sociedades mutuales. Esto tuvo su correlato directo con el proceso económico experimentado en la década de los 40, cuando desde un enfoque eminentemente mono exportador pasó a una industrialización en ciernes fomentada por el estado y con una plataforma social. Evidentemente que el accionar del Estado amparado en la constitución de 1925 creó distintas instancias que potenciaron la educación y por lo otro lado, los sectores populares organizados, principalmente los movimientos obreros continuaron con la tradición de generar procesos de formación complementado con las garantías que ofrecía el Estado en cuanto a su accesibilidad.
La práctica de la auto educación popular está presente en importantes procesos, las clases populares ya tenían un rol indiscutido y poseían conciencia de la realidad, dado que se habían transformado en sujetos sociales, en las ciudades en las organizaciones de trabajadores o comunitarias y en los campos en cooperativas, en donde se lograra realizar una reivindicación histórica, como lo fue la propiedad de la tierra en la llamada reforma agraria ; como también la otra gran reivindicación histórica, la nacionalización del Cobre
Podríamos decir que grosso modo esta dinámica histórica continuo hasta el golpe militar de 1973, tras ello fue aplicado una reingeniería que nos hizo retroceder a un oscurantismo analfabético sin precedentes con proyecciones que hasta el día de hoy nos tiene sumidos en la galopante incertidumbre.
La derrota del ascendente movimiento popular hizo que este tuviera que buscar respuestas frente a su desarticulación. Nuevamente desde las propias experiencias y la tradición matizada con un fuerte descontento y repudio van construyéndose organizaciones que van enfrentando problemas relativos a la educación, cultura y los derechos humanos .
Durante los años 80 las acciones políticas y auto educativas iban de la mano y ganaron mucha fuerza durante la década, potenciadas por las organizaciones de base con plena autonomía se desarrollaban según fuera el ámbito y el sector en que se trabajara.
El proceso de educación popular constaba con cuatro ámbitos bien definidos: jóvenes, memoria histórica, comunicación popular y teología de la liberación .
Con vuelta a la democracia estos procesos no pudieron proyectarse en el tiempo, por ello que la escuela de pobres surge como un intento de proponer desde una base social una alternativa reivindicativa de la tradición de la auto educación popular generada desde abajo por los sujetos sociales organizados (reflexión y acción).

II. DE LAS IDEAS (intangibles), A LA PRAXIS (materialista) REVOLUCIONARIA.

Nuestro objeto de estudio (comunidades educativas) se sitúa en un contexto socio-cultural como los existentes en gran parte de nuestra Latinoamérica, en donde sin mayores complicaciones se observa la gran desigualdad social, con atisbos de escándalo y la dominación de la élite (poseedora de capitales y poderes políticos, desde nuestra lógica: seudo-democráticos). Este tipo de contextos son impuestos y avalados para sostener el sistema de gobierno amparado por los poderes cómplices que dan la puesta en escena de nuestra cruda realidad.
Seguramente el estudio de dicha realidad tendrá una gran variedad de factores que explican el acontecer, en donde las experiencias del día a día son las pruebas fehacientes, bien sabremos nosotros (y los lectores) de ello. Sin embargo asumiremos dentro de esta gama de variables una que a nuestro juicio y experiencia reúne el proceso de dominación, silencioso y voraz es la educación, entendiéndola como uno de los factores más importantes de sometimiento y reproducción social. Usando nuestra mirada pedagógica y vocación humanista, principalmente usando el análisis de la historia como interpretadora de la (s) realidad (es).
Nuestro oficio de educadores nos da la autorización de la toma de la palabra, formación gestada en la complicidad entre la casa de estudios que nos certificó nuestra calidad de pedagogos (educación institucional) y la acumulación de experiencias, de sueños y de descontento social obtenida en las amenas conversaciones como estudiantes (educación social y humanizadora), usando lecturas alternativas para contra preguntar a nuestros “formadores institucionales” - Hacemos la mención de grandes precursores de la pedagogía crítica en Latinoamérica: Freire, Mclaren, Giroux entre otros, siempre obteniendo de ellos, el alimento necesario para no decaer y menos dejarnos vencer ante la vorágine descarnada de lo oficial, esa que desayuna sin miramientos con quienes nos oprimen.
Volvemos a identificar nuestro territorio, nuestra comunidad y nuestro afán del día a día. Nos encontramos en una ciudad denominada Lirquén, vocablo indígena que aflora para presentar cómo se ha emplazado desde los primeros habitantes que llegaron a este lugar hasta nuestros días. Lirquén es parte del poblamiento de las huestes españolas que de tanto en tanto deambular materializó una de sus motivaciones de conquista, ocupar lo que estaba vetado en su reino (España), ser señores poseedores de tierras y generar procesos de acumulación. Los años pasan y el valle de Penco, nombre de la comuna y ciudad principal no dió abasto y se buscó otros territorios para su expansión llegando a ocupar un valle fluvial unos 3 kilómetros al norte de Penco, hoy Lirquén.
Los años han dibujado que nuestra ciudad se ha mantenido en pie basado en procesos iniciales de la explotación minera del carbón, siendo una de las primeras explotaciones en el sur de Chile y que luego fue potenciada por el trabajo agrícola, años atrás el trigo y hoy las actividades forestales. Todas están darán impulso en convertir a Lirquén en una ventana al mundo, en donde la evolución del puerto del siglo XIX al de hoy en uno de los principales sistemas portuarios del sur de Chile (privado).
La fisonomía del valle de Lirquén y su relación con la bahía de Concepción dan un valor agregado, en donde, los de siempre, esos que nunca han tenido que cargar con los problemas de los desplazados, ya que somos para ellos un número más, han invertido y multiplicado sus capitales expandiendo el modelo de desarrollo neoliberal que nos mata. Existen en la actualidad una población aproximada de 12 mil habitantes en Lirquén, que en complementariedad con Penco suma un total de 46 mil aprox.
La población económicamente activa ocupa los espacios productivos principalmente en actividades terciarias, basadas principalmente con el comercio y actividades de servicios (portuarias, gastronómicas) un pequeño porcentaje desarrolla actividades productivas fuera de la comuna, todas con un denominador común, su alta precariedad. Los últimos años se han caracterizo por la implementación de empleos de emergencia y en temporadas, que buscan disfrazar el colapso del modelo de desarrollo y la nula respuesta frente a las crisis globalizantes de un estado alejado de las realidades y sin embargo asociado a empresarios, que son parte de una misma institución, la democracia burguesa.
Los espacios educativos de Lirquén tienen una data de la segunda mitad del siglo XX, basado principalmente en la instauración de modelos productivos que buscaban entregar una solución marginal a la población que depende de su dinámica productiva. De esta forma tenemos en los años 1950 dos instituciones educativas, una que da respuesta desde la institucionalidad (estado) y otro, producto de los espacios productivos asociados en dar apoyo a las masas de trabajadores dependientes. La cobertura local no estaba solucionada, principalmente a finales del siglo XX, producto de un alto índice de migración basado en soluciones habitacionales del periodo , desde esta variable habitacional ya en la primera década del nuevo siglo se puede observar que la cobertura educativa no entregaba soluciones reales de educación pre-escolar (salas cunas, párvulos), educación básica (primaria) y la nula existencia de educación medio (secundaria) en Lirquén. Punto adicional es que la comuna sólo tenía un establecimiento de educación media, ubicado en la ciudad principal Penco, establecimiento que ofrece niveles científicos-humanistas y técnicos profesional . La realidad educacional en definitiva estaba basada en una vocación hacia la formación primaria y una nula potencialización de la educación secundaria.
El establecimiento educacional Escuela Ríos de Chile nace el año 2000 asumiendo la tarea de entregar una solución educativa de un mega proyecto poblacional en donde más de 1500 familias se desplazan de distintas ciudades y barrios, la historia del establecimiento señala:
La construcción de una historia, requiere de entender el valor de los actores de ella y principalmente de realizar el ejercicio de recordar y traer a colación los elementos más destacados del patrimonio cultural de nuestra comunidad educativa, de esta comunidad “viva”.

Se señala que somos un establecimiento de reciente creación, y por tal de una historia pequeña, se señala que nacemos en el año 2000, y que en este año fue visitado por autoridades que acompañaron a los primeros actores de esta historia.

Nos encontramos en las faldas de un cerro, conocido como la “Huasca”, de la ciudad de Lirquén y que tenemos la gracia de mirar al mar, con una vista única y privilegiada, contemplando la energía natural que a ratos nos hace temer. Nuestro entorno cautiva y deja huellas, e invita obligatoriamente a la reflexión y a la gratitud.

Nuestros alumnos son de esta ciudad y principalmente de la población Ríos de Chile, ellos llegan a nuestra ciudad producto de soluciones habitacionales, y por ende, provenientes en su gran mayoría de otras localidades, trayendo consigo unas inmensas experiencias culturales diversas que se aglutinan en esta comunidad. Una ventana al mundo

Hoy hemos crecido, tenemos la alegría de recibir a los estudiantes de enseñanza media técnico profesional en ADMINISTRACIÓN, quienes han compartido el sueño de crear en forma conjunta ideales reales y locales. El año 2009 egresó la primera promoción del área técnica y hoy se reparten profesionalmente, académicamente en distintas ámbitos, cargando consigo anhelos y esperanzas de días mejores.

Son hoy 350 alumnos repartidos en Nivel Parvularia, Educación Básica y Enseñanza media técnico profesional y que justos son parte del mismo proyecto. Tenemos además el privilegio de contar con los estudiantes egresados quienes son parte activa de la comunidad viva, la que perdurará hasta que existan los sueños y anhelos que cumplir.

Nuestros padres y apoderados, son gente de entrega, y de mucho sacrifico, como lo es la gran mayoría de este país, han de buscar en la comunidad educativa un lugar que les entregue los espacios hacia la creatividad y la participación, convirtiéndose en uno más de los agentes culturizadores de los niños.

Nuestros profesores, son de una vocación sin miramientos, capaces de dejar traslucir su espíritu de entrega por sobre las dificultades que enfrentan, buscando siempre la meta, obtener niños felices, alegres y comprometidos con sus propias vidas y el entorno. Somos 30 docentes, y 3 asistentes de la educación los cuales trabajamos en forma mancomunada con la única y convergente misión de servir y fortalecer la educación pública.

Nuestra comunidad, aunque de reciente creación, posee un cargamento de historias que confluyen en este cerro, que miran el mar, y a ratos más allá de las fronteras, que buscan la felicidad de niños y jóvenes que sean un ejemplo en un mañana, y principalmente recuerden su establecimiento educativo, aunque lejos se encuentren de ella. Somos y seremos una comunidad viva, que piensa, que actúa y da ejemplo de ideales y hechos. Somos la suma de niños, jóvenes, adultos y amigos que juntos de la mano, nada es imposible.

Construir una historia de nosotros, resulta a ratos difícil, construir la historia de las vivencias comunitarias es imposible, destacar lo que somos y lo que tenemos es solo materializable, conociéndonos, a la Comunidad Liceo Ríos de Chile.

Es importante destacar que la organización de dicha comunidad educativa se basa en la identificación de las propias necesidades de la comunidad social, existiendo una ligazón directa y clara. Es digno de destacar como el proceso de implementación de la enseñanza media técnico profesional que se inicio en el año 2006 es producto de jornadas de reflexión y trabajo de profesores, apoderados y organizaciones activas de Lirquén.
Sin embargo no nos hemos quedado en trincheras educativas formales, se asumió responsablemente tareas de trabajo en el cuidado del medio ambiente y generando espacios de participación y de dar respuestas a temas coyunturales como la contaminación de las playas, la generación de energías contaminantes y catástrofes naturales . Espacios abiertos a la comunidad y con destacada participación de la misma.
Entonces podemos señalar, que así como ocurrió a finales del siglo XIX en donde los desplazados y marginados asumieron la tarea de autoformación y autodeterminación, con el objetivo de crear espacios de liberación, nuestra comunidad educativa asume la herencia de seguir la senda de quienes anónimamente entregaron sus energías y vidas para la construcción de un mañana distinto, muy distinto al de hoy.